Aprender a nadar es uno de los pasos más importantes que tiene que dar un ser humano. Ofrecemos un estupendo curso para aprender a nadar en vídeo y pdf, completamente completo desde hace varios años, en todos los países del mundo, con multitud de personas enganchadas. Ver el curso aquí. o haz clic en la foto de la derecha. Es extremadamente importante que aprendas a nadar correctamente. Esto permite un progreso considerable y adquiere las enormes ventajas de la natación como deporte.
Uno de los grandes problemas de aprender a nadar es la idea errónea de que es un proceso limitado, de corta duración y solo para nadar varios metros. De hecho, aprender a nadar permite o debería permitir a cualquiera lo siguiente
Y ahora sí, ¿cómo aprender a nadar después de los 50?
Ya hemos visto la teoría de cómo se comportan tu mente y tu cuerpo a medida que envejeces. Pero, ¿por qué necesitas todo esto? ¿Cómo ponerlo en práctica?
Eso lo veremos luego.
¿Puedo aprender a nadar de adulto?
Nuestra experiencia demuestra que se puede aprender a nadar a cualquier edad. El miedo al agua puede y debe superarse entrenando con otros principiantes en la piscina.
A menudo nos preguntan si podemos aprender a nadar a los 30, 40 o 50 años. La respuesta es siempre la misma: ¡claro que sí! No hay límite de edad para esta habilidad.
Fase 1: Adaptación al medio acuático
La primera fase del aprendizaje de la natación en la edad adulta, ya cualquier edad, es la adaptación al medio acuático. Muchas veces, al no estar acostumbrados a estar y movernos en el agua, podemos sentirnos un poco asustados o incómodos en nuestro cuerpo.
Lo que tienes que hacer es entender que estamos en un entorno seguro y que no nos pasará nada. Cuando tenemos miedo, nuestro cuerpo se pone rígido; si por el contrario estamos relajados, será más fácil flotar, mover y realizar cualquier ejercicio en las siguientes fases.
Aumenta la flexibilidad y mejora la movilidad de las articulaciones
La natación puede ayudar a aumentar la flexibilidad en las caderas, piernas, brazos y cuello. También mejora la postura y alivia el dolor de espalda.
Además, la mecánica de natación aumenta la movilidad articular, ya que es mucho más fácil moverse en el agua que fuera de ella.
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